¿Porqué y a quiénes nos gusta la noche?
A mi me fascina la noche, por más que intento convertirme en una persona más diurna, la noche me atrae y me secuestra.
Me resulta difícil levantarme más pronto de mi hora, sin embargo me puedo acostar tan tarde como sea posible sin remordimientos ni esfuerzo. A veces te acuestas tan tarde que ya es pronto de nuevo.
Y, ¿porqué será? Me pregunto.
Creo poder hacerme a la idea. Hay que analizar al tipo de personas que les gusta la noche. Y creo reconocer a varios tipos de gente entre los nocturnos: por un lado estamos los que buscamos la tranquilidad de la noche donde pocas cosas nos molestan, los sonidos se ahogan, el tráfico casi desaparece, la televisión, la radio y demás medios tienen menos importancia o se vuelven más íntimos, la gente duerme, menos los demás habitantes de la noche claro está... Entonces se me ocurre que los que pertenecemos a este grupo buscamos el sosiego, la tranquilidad, huir del caos diurno y la despersonalización. Buscamos estar con nosotros mismos y no con otros. No queremos tener que socializar por obligación, lo cual no significa que seamos insociables, muchas veces es todo lo contrario, solamente necesitamos un descanso de nuestras ajetreadas agendas.Los gatos son grandes compañeros a estas horas tan intempestivas.
Hay otro tipo de habitante de la noche. A este otro tipo de habitante le gusta un poco el riesgo y la incertidumbre, huye de la seguridad del entorno controlado en el que se vive de día cuando el mayor evento puede ser un retraso de varios minutos del metro o un imprevisto en el entorno de trabajo o cualquier noticia destacada en los medios. Este tipo de especie nocturna busca un entorno más abierto al caos, en el que pese a haber pocos más imprevistos que de día, los hay. Al haber menos habitantes despiertos, las reglas cívicas y de comportamiento dejan de ser tan importantes y se diluyen o se interpretan de otra manera. Es decir puedes hacer un poco lo que te plazca sin miedo a que te vean o te juzguen. Es la hora de los locos.
Suele ser gente más libre que pese a trabajar para otros se puedan permitir elegir su horario, que incluso trabajen para sí mismos o no trabajen, que estén de vacaciones o que simplemente hayan elegido la noche como hábitat natural.
Se puede también pertenecer a ambos grupos, como yo.